El número de refugiados y migrantes que cruzan el Mediterráneo a Europa ya supera los 300.000 este año, de los cuales unos 2.500 perdieron la vida o desaparecieron en la travesía, informó hoy la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Estas cifras marcan un alarmante aumento frente a la cifra total para todo el año pasado, que fue de 219.000.
La mayoría de esos migrantes salieron huyendo de la violencia y conflictos en sus países de origen, como Siria, Iraq y Afganistán. Unos 200.000 desembarcaron en Grecia y unos 110.000 en Italia.
ACNUR advierte que estos recuentos no incluyen el naufragio de dos embarcaciones el jueves cerca de Libia. Se estima que podrían haber muerto unas 200 personas.
Melissa Fleming, portavoz de ACNUR en Ginebra, describió incidentes como este como “estremecedores e indicativos” de la crueldad de los traficantes de personas.
“Ayer entrevistamos a algunos sobrevinientes y nos contaron que los traficantes les cobran dinero a los migrantes para salir de la cabina de la embarcación para poder respirar”, dijo la portavoz.
ACNUR señaló que si bien las operaciones conjuntas de búsqueda y rescate de Europa han salvado decenas de miles de vidas este año, el Mediterráneo sigue siendo la ruta más mortal para los refugiados y migrantes.