LONDRES (Reuters) - El sistema de inmigración de Europa es inoperante, escribió el domingo la ministra del Interior británica, Theresa May, culpando al sistema sin fronteras de exacerbar la crisis migratoria y exigió medidas más estrictas de la Unión Europea sobre la libre circulación.
La oleada de inmigrantes que huyen de la guerra y la pobreza ha originado la peor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial y ha cobrado la vida de miles de personas que hacen peligrosas travesías marítimas y terrestres hacia el continente.
En un texto publicado por el periódico The Sunday Times, May dijo que el código de fronteras Schengen, que eliminó los controles fronterizos sistemáticos en gran parte de Europa -pero del que Reino Unido no forma parte- había alimentado la crisis migratoria.
"Los acontecimientos de este verano boreal han demostrado que las consecuencias más trágicas de un sistema de migración europeo inoperante son para los que están en riesgo de explotación", escribió mayo.
"A medida que los países de Europa se dan cada vez más cuenta, estas tragedias se han visto exacerbadas por el sistema europeo sin fronteras", agregó.
Esta semana los cuerpos de 71 refugiados, entre ellos una bebé, fueron encontrados en Austria al interior de un camión frigorífico abandonado y más de un centenar de cuerpos de inmigrantes muertos fueron recuperados en las costas de Libia después de que se hundiera una sobrecargada embarcación que se dirigía a Europa.
Algunos gobiernos europeos están considerando modificar el código de Schengen, pero la Comisión Europea insiste en que no ve la necesidad de cambiar las reglas, ya sea para mejorar la seguridad o el control de la migración.
"Cuando se consagró en un primer momento, la libre circulación significaba la libertad de moverse a un trabajo, no la libertad de cruzar las fronteras en busca de trabajo o reclamar beneficios", dijo May.
"Tenemos que tomar algunas decisiones importantes, enfrentar poderosos intereses y restablecer el principio original", sostuvo.
Siendo una isla al noroeste de Europa, Gran Bretaña está muy lejos de la amplia crisis de la Unión Europea en la que cientos de miles de inmigrantes y refugiados han llegado al bloque este año a través de países como Italia, Grecia y Hungría.
Pero la migración es un tema políticamente sensible. Datos el jueves mostraron que la migración neta anual hacia Gran Bretaña alcanzó un récord de 330.000 personas, causando vergüenza política para el primer ministro conservador, David Cameron, que en 2010 se comprometió a reducir la cifra por debajo de 100.000.
Mundo | Reuters
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