02 de junio, 2016. El Secretario General de la ONU urgió hoy a la comunidad internacional a defender los derechos de mujeres, niñas, hombres y niños cuyos cuerpos, durante demasiado tiempo, han sido considerados botines de guerra.
En un debate abierto del Consejo de Seguridad sobre la violencia sexual en situaciones de conflicto, Ban Ki-moon subrayó que esa práctica se utiliza como una herramienta de guerra para destruir sociedades.
Añadió que no hay una sola región del planeta exenta de este flagelo y alertó de la tendencia de los grupos terroristas a usar ese tipo de violencia.
“El ISIS, Boko Haram y otros grupos extremistas la utilizan como un recurso para atraer o retener a combatientes y para generar ingresos. Se estima que sólo durante 2014 la comunidad religiosa Yezidi entregó pagos de rescates al ISIS estimados en 45 millones de dólares”, dijo el titular de la ONU.
Ban solicitó la liberación inmediata de todas las personas cautivas y pidió que se les ofrezcan los cuidados y las atenciones necesarias para que no vivan en el aislamiento social y en la depresión.
Asimismo, enumeró las distintas medidas que ha adoptado durante la última década para poner fin a ese flagelo, entre las que destacó su campaña Únete para poner fin a la violencia, el nombramiento de un representante especial y el despliegue de asesores sobre la protección de la mujer en las misiones de mantenimiento de paz.
Durante el debate también habló ante el Consejo la representante especial sobre la Violencia Sexual en Conflictos Armados, Zainab Hawa Bangura, quien advirtió que las palabras, las leyes y las resoluciones no significarán nada si en la práctica las violaciones siguen impunes y si los perpetradores de esos crímenes no afrontan sus consecuencias.
Añadió que “la justicia podrá retrasarse, pero no podrá ser negada” y subrayó que la comunidad internacional se mantiene firme en el compromiso de prevenir estos abusos y cuidar a los sobrevivientes.