Beirut, Líbano, 15 de septiembre, 2016 (AP). Naciones Unidas enfrenta "un problema" al tratar de enviar ayuda humanitaria a Siria, advirtió el jueves el enviado de la ONU al país en guerra, quien le echó la culpa a la falta de autorización del gobierno del presidente Bashar Assad, algo que incluso ha decepcionado a Rusia, aliado clave del presidente sirio.
Staffan de Mistura dijo que el cese del fuego acordado la semana pasada por Estados Unidos y Rusia ha reducido sustancialmente la violencia desde que entró en vigor el lunes, pero que no se ha materializado el flujo de ayuda humanitaria que se esperaba que ocurriera a continuación.
De Mistura dijo que 40 camiones de ayuda están listos para avanzar y que la ONU tendría como prioridad a los castigados vecindarios orientales de Alepo, una ciudad en el norte de Siria que está ocupada por rebeldes.
Sin embargo, el gobierno sirio no ha brindado los permisos para autorizar el transporte, dijo de Mistura. El gobierno sirio acordó el 6 de septiembre —antes de que se aprobara el cese del fuego— autorizar ayuda a cinco áreas, agregó.
Aparte de reducir la violencia, el "segundo dividendo" de la tregua acordada por Estados Unidos y Rusia es el acceso de ayuda humanitaria, dijo de Mistura a reporteros en Ginebra. "Eso es lo que marca una diferencia para la gente, aparte de ver estallar bombas o disparar proyectiles".
"En cuanto a eso, tenemos un problema", agregó. "Es particularmente lamentable... Estos son días que deberíamos de haber usado para movilizar camiones con los permisos porque no hay combates".
"La federación rusa está de acuerdo con nosotros", puntualizó.
Jan Egeland, el funcionario de ayuda humanitaria de más rango en la oficina de Mistura, dijo que la "buena noticia" de la tregua es que la violencia ha bajado y que los "ataques a escuelas, los ataques a hospitales han parado".
La "mala noticia", agregó, es la falta de luz verde para que los camiones de la ONU crucen las líneas de combate.
Alepo ha estado en el centro de los combates en los últimos meses. El gobierno sirio y sus aliados lanzaron una amplia ofensiva a principios de este mes, tomando varias áreas al sur de la ciudad y sitiando vecindarios orientales tomados por rebeldes.
Más de 2,000 personas fueron asesinadas en 40 días de combates en Alepo hasta el lunes, cuando la tregua entró en vigor. De los muertos, unos 700 son civiles, incluso unos 160 niños, de acuerdo con el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña.