Atenas, 20 de octubre, 2016 (AP). Los refugiados en campos en Grecia siguen viviendo en condiciones en su mayoría "penosas", con pobre acceso a atención sanitaria y sin mecanismos para identificar a los más vulnerables, afirmó el jueves el grupo humanitario internacional Médicos Sin Fronteras (MSF).
En un informe, la agencia acusó de forma colectiva a la Unión Europea y Grecia de no haber "establecido condiciones de recibimiento humanas y dignas".
Más de 60,000 refugiados y migrantes, muchos de ellos huidos de guerras en Siria e Irak, se han quedado varados en Grecia tras el cierre de varias fronteras europeas este año. La mayoría vive en tiendas en unos 50 campos de refugiados.
Unas 14,000 personas están confinadas en islas en el este del Egeo, donde son procesados para su posible deportación a la cercana Turquía.
El campo de refugiados de Ristona se encuentra 85 kilómetros (50 millas) al norte de Atenas. Está salpicado de basura, aunque los niños caminan descalzos y las familias viven en tiendas, utilizando palés de madera como suelo para mantenerse por encima del barro e intentar protegerse del frío.
"Está muy mal. Cómo puedo explicarlo, quiero decir muy mal", dijo el refugiado sirio Yousef Hanash. "¿Puede imaginarse vivir en una tienda con seis personas, y cómo será la situación si tiene un bebé recién nacido?".
Hanash dijo haber viajado a Europa como último recurso, ya que no podía mantener a su familia a salvo después de que su fábrica de queso fuera destruida en la guerra y de trasladarse dentro de Siria.
Entre los más amenazados hay mujeres embarazadas y personas con problemas de movilidad, explicó MSF, que describió como "terrible" la situación que enfrentan los pacientes con trastornos mentales.
"Para la gente vulnerable, la falta de alojamiento adecuado y de atención especializada contribuye directamente al deterioro de su estado de salud y bien podría poner en riesgo su vida", dijo el grupo.
"Para las víctimas de violencia o de otras formas de maltrato y las personas con trastornos psiquiátricos, unas condiciones de vida inadecuadas socavan más los esfuerzos de la gente por recuperar una sensación de normalidad y seguridad y participar en un proceso terapéutico", añadió MSF.
Médicos Sin Fronteras instó al gobierno a buscar alternativas al sistema de campos de refugiados y a mejorar el proceso de filtrado para identificar a migrantes vulnerables. Además, señaló que la Unión Europea debe proporcionar apoyo financiero de emergencia al sistema sanitario griego.
El gobierno ha defendido varias veces su labor para gestionar la crisis de refugiados, señalando que más de un millón de refugiados y migrantes atravesaron Grecia desde el estallido del fenómeno en 2015, lo que pone a prueba unos recursos del estado ya presionados por años de recesión y crisis financiera.
Ante la llegada del invierno, el gobierno se apresura a sustituir las tiendas por remolques en la mayoría de los campamentos y tiene previsto utilizar más fábricas abandonadas como lugares de refugio.
La agencia de refugiados de Naciones Unidas anunció esta semana un programa para distribuir ropa de invierno, sacos de dormir y mantas térmicas a unos 38,000 habitantes de campos en el territorio continental griego. ACNUR trabajó con una serie de organizaciones benéficas para completar el reparto para final de mes.
MSF es una de las agencias más activas en Grecia para gestionar la crisis de refugiados, con programas en más de una docena de ubicaciones, y proporciona apoyo en la mayoría de los demás puntos de la crisis.