Seúl, 23 de febrero (Yonhap) -- Corea del Sur ha anunciado, este domingo, su decisión de elevar el nivel de alerta contra el nuevo coronavirus al nivel más alto, en su última respuesta intensificada a la confirmación de cientos de casos adicionales durante el fin de semana.
"El incidente del COVID-19 ha sufrido un grave punto de inflexión", dijo el presidente, Moon Jae-in, mientras anunciaba la medida, añadiendo que los próximos días serán un lapso muy importante.
Es la primera vez en 11 años que el país, conocido por sus estrictas medidas de cuarentena, aumenta su alerta contra un virus al nivel "grave", el más alto del sistema de cuatro niveles, desde que tomó la misma medida contra el virus de la influenza A subtipo H1N1.
Moon dijo que el Gobierno reforzará el sistema de respuesta general, elevando en un escalón el nivel de alerta a "rojo", el más alto, hablando durante una reunión interinstitucional del Gobierno sobre la respuesta al brote, celebrada en complejo gubernamental de Seúl.
El presidente dijo que el Gobierno y las autoridades locales no deberían dudar en tomar medidas "duras y sin precedentes" para contener la enfermedad viral sin ser limitadas por las "normativas".
Mencionó a la pequeña secta cristiana llamada Iglesia de Jesús Shincheonji, el Templo del Tabernáculo del Testimonio, cuya unidad en Daegu, a 300 kilómetros al sureste de Seúl, es vista como el epicentro de muchas de las infecciones reportadas en los últimos días.
Se sospecha que el 31º infectado reportado en el país, una mujer sexagenaria, asistió a unos extensos y concurridos servicios religiosos en la iglesia de Daegu, antes de dar positivo en la prueba del virus la semana pasada. A fecha del domingo por la mañana, el número de casos confirmados en Corea del Sur, cuya mayoría fueron reportados en Daegu y la comarca cercana de Cheongdo, ha alcanzado los 602.
Moon señaló que las autoridades sanitarias están tomando medidas "especiales" relacionadas con los miembros de la Iglesia de Jesús Shincheonji.
Shincheonji quiere decir "nuevo mundo" en coreano.
El Gobierno está tratando de rastrear a todos los miembros para someterlos a pruebas del virus.
Moon dijo que cerrar las instalaciones relacionadas con la secta cristiana y restringir las actividades de sus miembros a nivel nacional son medidas inevitables para proteger la salud y seguridad pública, que no tienen la intención de prohibir la libertad de culto.
La lucha de Corea del Sur contra el virus es "completamente diferente" en comparación con las medidas previas a la detección de las infecciones colectivas vinculadas con la Iglesia de Jesús Shincheonji, señaló el presidente. Agregó que su Administración fortalecerá su sistema de "cooperación y asistencia" con las autoridades gubernamentales locales.
Moon dijo que el Gobierno considerará la crisis en Daegu y la provincia de Gyeongsang del Norte un problema nacional y concentrará las capacidades estatales en superar el asunto sin escatimar en las medidas de apoyo para las regiones designadas como "zonas de control especial".
También solicitó la cooperación de los miembros de la secta cristiana, pidiendo al público que por el momento se abstenga de realizar eventos colectivos, ya sea bajo techo o al aire libre.
El presidente enfatizó que aunque la situación es grave, se puede superar. Señaló que el Gobierno tiene la habilidad y el aplomo para controlar y manejar la propagación de la enfermedad infecciosa. Agregó que la confianza y la cooperación son las formas para ganar en la lucha contra el virus.
El presidente Moon Jae-in (centro) asiste, el 23 de febrero de 2019, a una reunión interinstitucional del Gobierno sobre la respuesta al brote en el complejo gubernamental de Seúl. YONHAP
"El incidente del COVID-19 ha sufrido un grave punto de inflexión", dijo el presidente, Moon Jae-in, mientras anunciaba la medida, añadiendo que los próximos días serán un lapso muy importante.
Es la primera vez en 11 años que el país, conocido por sus estrictas medidas de cuarentena, aumenta su alerta contra un virus al nivel "grave", el más alto del sistema de cuatro niveles, desde que tomó la misma medida contra el virus de la influenza A subtipo H1N1.
Moon dijo que el Gobierno reforzará el sistema de respuesta general, elevando en un escalón el nivel de alerta a "rojo", el más alto, hablando durante una reunión interinstitucional del Gobierno sobre la respuesta al brote, celebrada en complejo gubernamental de Seúl.
El presidente dijo que el Gobierno y las autoridades locales no deberían dudar en tomar medidas "duras y sin precedentes" para contener la enfermedad viral sin ser limitadas por las "normativas".
Mencionó a la pequeña secta cristiana llamada Iglesia de Jesús Shincheonji, el Templo del Tabernáculo del Testimonio, cuya unidad en Daegu, a 300 kilómetros al sureste de Seúl, es vista como el epicentro de muchas de las infecciones reportadas en los últimos días.
Se sospecha que el 31º infectado reportado en el país, una mujer sexagenaria, asistió a unos extensos y concurridos servicios religiosos en la iglesia de Daegu, antes de dar positivo en la prueba del virus la semana pasada. A fecha del domingo por la mañana, el número de casos confirmados en Corea del Sur, cuya mayoría fueron reportados en Daegu y la comarca cercana de Cheongdo, ha alcanzado los 602.
Moon señaló que las autoridades sanitarias están tomando medidas "especiales" relacionadas con los miembros de la Iglesia de Jesús Shincheonji.
Shincheonji quiere decir "nuevo mundo" en coreano.
El Gobierno está tratando de rastrear a todos los miembros para someterlos a pruebas del virus.
Moon dijo que cerrar las instalaciones relacionadas con la secta cristiana y restringir las actividades de sus miembros a nivel nacional son medidas inevitables para proteger la salud y seguridad pública, que no tienen la intención de prohibir la libertad de culto.
La lucha de Corea del Sur contra el virus es "completamente diferente" en comparación con las medidas previas a la detección de las infecciones colectivas vinculadas con la Iglesia de Jesús Shincheonji, señaló el presidente. Agregó que su Administración fortalecerá su sistema de "cooperación y asistencia" con las autoridades gubernamentales locales.
Moon dijo que el Gobierno considerará la crisis en Daegu y la provincia de Gyeongsang del Norte un problema nacional y concentrará las capacidades estatales en superar el asunto sin escatimar en las medidas de apoyo para las regiones designadas como "zonas de control especial".
También solicitó la cooperación de los miembros de la secta cristiana, pidiendo al público que por el momento se abstenga de realizar eventos colectivos, ya sea bajo techo o al aire libre.
El presidente enfatizó que aunque la situación es grave, se puede superar. Señaló que el Gobierno tiene la habilidad y el aplomo para controlar y manejar la propagación de la enfermedad infecciosa. Agregó que la confianza y la cooperación son las formas para ganar en la lucha contra el virus.
El presidente Moon Jae-in (centro) asiste, el 23 de febrero de 2019, a una reunión interinstitucional del Gobierno sobre la respuesta al brote en el complejo gubernamental de Seúl. YONHAP