NUEVA YORK (AP) — El retraso de Estados Unidos en torno a realizar pruebas de detección de coronavirus es un “fracaso”, informó el jueves un funcionario de alto rango del gobierno estadounidense. En tanto, expertos en salud pública señalaron que no tienen un buen entendimiento de cuán ampliamente se ha propagado el nuevo coronavirus.
Al principio, las labores para realizar las pruebas se vieron obstaculizadas por las demoras en hacer llegar los kits de pruebas a los laboratorios de salud pública, pero los tropiezos han continuado, provocando que los científicos concluyan que el virus se ha propagado de manera mucho más amplia de lo que están reportando los funcionarios gubernamentales.
Las autoridades de sanidad federales, por ejemplo, se comprometieron hace casi un mes a acceder a la red nacional de laboratorios que monitorean la enfermedad COVID-19. Ese sistema apenas está empezando.
El jueves, el medico Anthony Fauci de los Institutos Nacionales de la Salud estuvo de acuerdo en que Estados Unidos necesita mejorar la manera como está realizando las pruebas.
“El sistema no está adaptado a lo que necesitamos ahora mismo”, comentó. “Esto es un fracaso. Es un fracaso. Hay que admitirlo”.
Las pruebas a gran escala son parte fundamental para monitorear la propagación de enfermedades infecciosas y distribuir recursos para el tratamiento. La falta de cifras integrales significa que los proveedores de salud estadounidenses podrían verse abrumados rápidamente por los casos que no han sido detectados.
Para el jueves por la tarde, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades reportaron alrededor de 1.260 casos confirmados en el país, un número que es menor al que tienen investigadores independientes, que añaden los reportes de cada estado más rápido.
Pero algunos expertos creen que cualquier cifra basada en los resultados de las pruebas de pacientes individuales es un recuento insuficiente. Los investigadores del Centro Médico Cedars-Sinai en Los Ángeles estimaron que el conteo verdadero de casos confirmados era cercano a los 9.000, hace dos semanas.
“Pronostico que hay más personas infectadas ahora”, comentó uno de los investigadores, el médico Jonathan Braun. “Esto significa que el nivel de la enfermedad en Estados Unidos es mucho mayor al que se ha estado reportando por las pruebas actuales”.
El problema, puntualizaron los expertos, es que Estados Unidos simplemente no está haciendo suficientes pruebas. AP