(ANSA) - ROMA, 12 MAR - Italia sumó otras 189 muertes en las últimas 24 horas y ya son más de mil las víctimas de la pandemia, que mostraba hoy ciudades vacías y paralizadas en ese país, con trabajadores que exigían garantías en la fábricas y un mundo que cerraba puertas.
Una fuerte advertencia lanzó el Presidente de la República, Sergio Mattarella, quien envió un duro mensaje a la Unión Europea: "ayuda y no obstáculos para con Italia".
Ahora son 1.016 las víctimas fatales, en medio de una dramática emergencia cuyo fin, según científicos y expertos, todavía está muy lejos.
La cifra de los sanados -213 en un día, la más alta desde el brote del contagio- es seguramente un indicio positivo para los italianos, que tiene que ver con las medidas de contención tomadas por las autoridades.
Pero otras cifras quitan optimismo, pues a los 10.590 enfermos del miércoles, se agregaron otros 2.249, lo que eleva la cifra de contagiados a 12.839, entre ellos, unos 50 médicos de Bergamo y otro jugador de fútbol, Manolo Gabbiadini.
Mientras, los pacientes en terapia intensiva son 1.153, lo cual significa que las personas infectadas con coronavirus ahora ocupan el 20% del total de plazas disponibles en unidades de cuidados intensivos en toda Italia. El gobierno ya ha dicho que las aumentarán en un 50%, pero hace falta tiempo. Pero para evitar los colapsos, las autoridades insisten en que la gente se quede en su casa. El coronavirus ha producido en los últimos días imágenes inéditas de Italia, con plazas y lugares históricos emblemáticas de Roma, Florencia o Milán semivacíos, mientras artistas y celebridades se han sumado a las súplicas de que los ciudadanos permanezcan en sus hogares.
Además, hoy, el cardenal vicario de Roma, Angelo De Donatis, decretó la prohibición del acceso a las iglesias parroquiales y no parroquiales de la Diócesis de Roma. "Hasta el viernes 3 de abril de 2020, el acceso a las iglesias parroquiales y no parroquiales de la Diócesis de Roma, abiertas al público y, en general, a edificios religiosos de cualquier tipo abiertos al público, está prohibido a todos los fieles".
Ese es el decreto del cardenal vicario en el marco de las mediadas de emergencia por el coronavirus que ha vuelto a Italia, especialmente a la zona de Lombardía, una especie de infierno, según lo dicho por los ciudadanos italianos residentes en la zona.
También la pesadilla del coronavirus tiene repercusiones negativas en la economía, a tal punto que el índice selectivo de la Bolsa de Milán, el FTSE MIB, cerró en -16%, un récord negativo. Se trata de la mayor caída en una sola sesión desde 1998. Hoy trascendió que Roma podrá contar con el apoyo de Europa que, además de haber dado luz verde a la pauta del déficit hasta 20 mil millones de euros para la extradición, se está preparando para emitir nuevas directrices sobre flexibilidad en el momento de Covid-19.
En efecto, Bruselas está a punto de abrirse a una "suspensión" del cumplimiento del Pacto de Estabilidad, ya escrito en las reglas precisamente para casos de contracción severa de la economía, como la que se espera no solo para Italia, sino también para toda la eurozona.
Por lo tanto, no solo no se exigirá a los países que ajusten sus cuentas en esta difícil situación, sino que los costos incurridos para detener la epidemia deben ser 100% excluidos del cálculo del déficit.
Un soplo de aire fresco para Italia, que ya con la solicitud actual de deuda adicional probablemente corra el riesgo de sobrepasar la participación del 3% en la relación déficit/PIB.
En ese contexto, una nota del Centro de Estudios de Confindustria habló del riesgo en que se encuentra la economía del país. "Fábricas cerradas, supermercados vacíos, perspectivas de recuperación en peligro. Lo que está en riesgo al cerrar el sistema industrial italiano es, en el corto plazo, que no puede garantizar los suministros necesarios para las familias italianas también debido a las dificultades en el transporte con países extranjeros. Superada la emergencia, el riesgo es comprometer la capacidad del sistema productivo para interceptar la recuperación económica que vendrá", advirtió el informe.
La industria metalmecánica, subrayó el Centro de Estudios Confindustria, "constituye el corazón del sistema industrial italiano, es transversal en la estructura de producción nacional y realiza maquinarias y bienes de capital necesarios para la actividad de numerosas empresas en diversos sectores (no solo industrial)".
Dicho sector tiene un peso significativo en la economía italiana: de hecho, genera el 48% del valor agregado manufacturero (100 mil millones de euros), emplea al 42% de los trabajadores (alrededor de 1.6 millones de empleados), produce el 48% de las exportaciones italianas (en valor de unos 200 mil millones de euros) y el 40% de las importaciones. Su bloqueo, insistió el Centro de Estudios Confindustria, generaría efectos directos e indirectos muy serios en el sistema productivo, "ciertamente más amplios que los producidos por la interrupción de la actividad en el sector metalmecánico, ya que afectaría la continuidad de la cadena de suministro para varias compañías". ANSA Latina