Los hospitales de Estados Unidos que se preparan para la posible llegada de numerosos pacientes con neumonía y otros problemas respiratorios debido al COVID-19 podrían enfrentar una escasez crítica de respiradores artificiales y de personal de salud que maneje esos aparatos.
La Sociedad de Medicina de Cuidados Críticos ha calculado que unas 960.000 personas que contraigan el coronavirus en Estados Unidos podrían necesitar que los pongan en respiradores artificiales en algún momento u otro durante el brote.
Sin embargo, la nación sólo tiene disponibles unas 200.000 máquinas, de acuerdo con la organización, y alrededor de la mitad son modelos antiguos que tal vez no sean ideales para los pacientes más delicados. Asimismo, muchos respiradores artificiales ya están en uso con otros pacientes que tienen problemas severos de salud totalmente ajenos al coronavirus.
Los hospitales han comenzado a rentar más ventiladores a proveedores de equipo médico. Los fabricantes han acelerado la producción. Sin embargo, se desconoce si podrán tener suficientes máquinas dada la gran demanda en el mundo.
“El verdadero problema es la rapidez con la que se pueda elevar la producción de respiradores artificiales cuando la demanda rebasa la oferta”, dijo el martes el doctor Lewis Kaplan, presidente de la sociedad de cuidados críticos. “No tengo una buena respuesta para esa situación”.
En la mayoría de los casos severos, el coronavirus daña el tejido saludable de los pulmones, dificultando que pasen el oxígeno a la sangre. Hay riesgo de que se desarrolle neumonía, además de una afección más severa y posiblemente mortal llamada síndrome de dificultad respiratoria aguda, que puede dañar otros órganos.
Los respiradores artificiales proveen oxígeno a los pulmones de los pacientes que tienen problemas respiratorios severos mediante un tubo que se les inserta por la garganta. Las máquinas también son utilizadas de manera rutinaria para ayudar a los pacientes a respirar, en especial cuando se encuentran en anestesia general durante una operación.
“Si todos en el país quieren una, se acabarán en un santiamén”, dijo Kaplan.
El otro problema es que en Estados Unidos sólo hay suficiente personal médico para poner a 135.000 pacientes en los respiradores artificiales en un momento dado, dijo la organización de cuidados críticos.
Posponer algunas cirugías que no sean de emergencia en caso de un gran incremento de casos de coronavirus podría dejar libres algunos respiradores así como a anestesiólogos y enfermeras anestesistas para enfrentar la crisis, señaló Kaplan.
El martes, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, dijo que el Pentágono pondrá a disposición de las autoridades federales de salud 2.000 respiradores artificiales especializados a fin de ayudarlas a enfrentar el brote. Dijo que las máquinas están diseñadas para que los soldados las utilicen y será necesario que los efectivos adiestren a los civiles a maniobrarlas. AP