El planeta se enfrenta a un déficit de 40% en el suministro de agua para el año 2030, a menos que mejorar dramáticamente la gestión de este recurso precioso. Esta es la conclusión inevitable alcanzado en el
Informe 2015 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Mundial del Agua,"Agua para un mundo sostenible", puesto en marcha en Nueva Delhi la India de hoy.
"Ya existe un consenso internacional de que el agua y el saneamiento son esenciales para el logro de muchos objetivos de desarrollo sostenible. Están inextricablemente vinculados al cambio climático, la agricultura, la seguridad alimentaria, la salud, la energía, la igualdad, género y educación. Ahora, tenemos que mirar hacia adelante a la medición, la vigilancia y la aplicación ", dice Michel Jarraud, Presidente de ONU-Agua y Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial.
El agua está en el centro del desarrollo sostenible. Los recursos hídricos, y la gama de servicios que prestan, apuntalan reducción de la pobreza, el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental. De la seguridad alimentaria y energética para
la salud humana y del medio ambiente, el agua contribuye a mejoras en el bienestar social y el crecimiento inclusivo, que afecta a los medios de vida de miles de millones.
En un mundo sostenible que se puede lograr en un futuro próximo, los recursos hídricos y relacionados se gestionan en apoyo del bienestar humano y la integridad del ecosistema en una economía robusta. Agua suficiente y segura está disponible para satisfacer las necesidades básicas de cada persona, con estilos de vida y comportamientos fácilmente defendidos a través de los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento confiables y saludables y asequibles, a su vez apoyado por equitativamente ampliado y una gestión eficaz de la infraestructura. Gestión de recursos hídricos, la infraestructura y la prestación de servicios se financian de forma sostenible.
El agua está debidamente valorado en todas sus formas, con agua residual tratada como un recurso que aprovecha la energía, nutrientes y agua dulce para su reutilización. Los asentamientos humanos se desarrollan en armonía con el ciclo natural del agua y los ecosistemas que la sustentan, con medidas establecidas para reducir la vulnerabilidad y mejorar la capacidad de resistencia a los desastres relacionados con el agua.Enfoques integrados para el desarrollo de los recursos hídricos, la gestión y el uso - y con los derechos humanos - son la norma. El agua se regirá de manera participativa, que se basa en el potencial de las mujeres y los hombres como profesionales y ciudadanos, guiados por una serie de organizaciones capaces y bien informados, dentro de un marco institucional justo y transparente.