1 de octubre, 2015 — La Organización Mundial de la Salud (OMS) difundió hoy un informe donde señala que el número de personas mayores de 60 años hacia el año 2050 se prevé que sea el doble de la cifra actual, en gran parte debido a los avances médicos, lo que exigirá cambios drásticos en las sociedades.
Sin embargo la longevidad, que también está presente en los países pobres, no significa necesariamente que esos años extra se vivan de forma saludable y digna. Así lo resaltó el doctor John Beard, experto de la OMS.
“Aunque mucha gente piensa que esos años extra de vida indican mejor salud y se dice que los 70 son los nuevos 60, no hemos llegado ahí todavía. Hay escasa evidencia de eso, de que vivamos una vida más larga y con más salud. Pero podría ser así y debería ser así”, manifestó el doctor en la presentación del informe, el primero que realiza la OMS sobre envejecimiento y salud.
El documento subraya la necesidad de que los gobiernos pongan en marcha políticas que permitan que las personas mayores continúen participando en la sociedad y de esa manera no se refuercen las inequidades que a menudo afectan a la salud de los ancianos.
Se rechaza también el estereotipo de que las personas de la tercera edad son necesariamente frágiles y dependientes, con lo que no se tienen en cuenta las contribuciones que todavía hacen y pueden hacer a la familia, a las comunidades y a la sociedad.
Además resalta que las políticas no deben hacer tanto énfasis en el control de costes y concentrarse más en que las personas mayores hagan aquellas cosas que tienen más importancia para ellas, sobre todo en el caso de las mujeres, que son mayoría entre el sector de población de más edad.
El informe señala tres áreas en particular en las que se requiere un cambio en la forma que la sociedad contempla el envejecimiento y a las personas mayores. Una de ellas, es adecuar los espacios a las formas de vida de esas personas y también reajustar los sistemas de salud para atender mejor las necesidades de la tercera edad.
Además, los gobiernos deben diseñar sistemas que favorezcan la prestación de cuidados prolongados a los mayores y que ayuden a las familias a atenderlos, con lo que reduciría también el uso inapropiado de otros servicios de urgencias. Centro de Noticias de la ONU