Los niños y los adolescentes de todo el mundo se conectan con mayor frecuencia a canales electrónicos como teléfonos, internet, redes sociales, aplicaciones y juegos en línea. La inmensa mayoría de las experiencias en línea son positivas, pero desgraciadamente algunas pueden ser negativas.
Muchos de los comportamientos negativos que pueden experimentar en el mundo real es probable que ocurran también en el virtual. Entre los ejemplos de ciberacoso figuran los mensajes de texto no deseados o vergonzosos, los correos electrónicos, las fotografías o los vídeos, y también pueden presentarse bajo modalidades más sutiles como la exclusión.
Los jóvenes son los más afectados por la violencia en línea
Una investigación de Microsoft realizada en 2016 entre adultos y jóvenes en 14 países demuestra que 65% de los participantes en las encuestas han estado expuestos al menos a un riesgo en línea, especialmente por parte de contactos no deseados.
La encuesta establece claramente que los jóvenes corren más riesgo de experimentar la violencia en línea que los adultos. De hecho, al experimentar niveles superiores de interacción en línea están más expuestos al “trolling” (mensajes deliberadamente provocativos en un conjunto de noticias o tablero de mensajes con la intención de provocar molestias y discrepancias), al acoso y a sufrir perjuicios sociales y académicos.
La investigación proporciona también datos desglosados por género. Demuestra que mientras que los niños son más propensos que las niñas a sufrir comportamientos digitales incívicos, las niñas lo son a perder confianza tanto en línea como fuera del ámbito virtual, así como a padecer problemas de salud tales como el estrés y trastornos del sueño.
El ciberacoso socava la consecución adecuada del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 en aras de una enseñanza de calidad
El acoso tradicional y el acoso en línea están íntimamente vinculados, ya que ambos impiden un acceso igualitario a la educación y actúan contra la creación de entornos de aprendizaje inclusivos, protegidos y no violentos para todos los niños y adolescentes (ONU Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, meta 4.a).
Queda claro que el sector de la educación nacional necesita involucrarse más en este aspecto. Un estudio muestra claramente que 62% de los usuarios digitales entrevistados no sabían o no estaban seguros de a dónde dirigirse para encontrar ayuda cuando eran víctimas de un ciberacoso.
Apoyándose en las pruebas disponibles, los participantes congregados en Londres con el objetivo de desarrollar esta nueva campaña con miras a hacer frente al ciberacoso estuvieron de acuerdo en que el énfasis debe centrarse en los niños y los jóvenes. No obstante, esto significa también una mayor oportunidad para aumentar el compromiso y el apoyo a los adultos, entre los que figuran los padres, los docentes, los administradores del sector educativo, los líderes juveniles, los orientadores, los profesionales de la salud, entre otros.
Una campaña mundial con miras a hacer frente al ciberacoso
El llamamiento a una campaña mundial para hacer frente a esta cuestión se anunció por primera vez durante el <a name="page-title"></a>Simposio internacional sobre la violencia y el acoso escolar. Este encuentro está coorganizado por la UNESCO y del Instituto de Prevención de la Violencia escolar en la Universidad Ewha Womans, de Seúl, en enero 2017, durante el cual se publicó el Informe Mundial de la UNESCO sobre la Violencia Escolar y el Acoso (SVB, por sus siglas en inglés).
La campaña mundial contra el ciberacoso, respaldada por la ONG “No Bully” (No al Acoso), desea establecer una colaboración creativa, una acción descentralizada y propiciar el acceso a los mensajes y materiales adaptables, así como proporcionar una orientación clara para ayudar a impulsar un cambio transformativo. Los participantes que asistieron a la reunión en Londres provenían de todas partes del mundo, incluidos redes sociales y representantes de otras industrias, investigadores, asociados en el ámbito de la sociedad civil, jóvenes, funcionarios de ministerios de educación y la UNESCO.
Esta iniciativa prometedora puede vincularse estrechamente con el programa de trabajo de la UNESCO sobre la Violencia Escolar y el Acoso (SVB), como parte de los esfuerzos con miras a proteger la salud y el bienestar de los jóvenes en lo relativo al acoso en línea.
Por ahora, dicha campaña está en plena implementación y se espera presentarla en el curso del año 2017. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura