México, 6 feb (EFE).- Las mujeres en México se pueden contar de nueve en nueve. Es el número de feminicidios que se registran cada día en un país que en los últimos meses ha insinuado algunas propuestas polémicas y que, por alocadas o ineficaces, lo dejan inerme ante un fenómeno social que se recrudece año tras año.
Castrar químicamente a los abusadores o imponer un toque de queda a las mujeres son iniciativas que, lejos de ponerle fin al problema, lo enfrentan con más violaciones a los derechos humanos, tomando un camino por el que el país camina descalzo y ciego, lejos todavía de comprender qué origina la violencia contra sus mujeres.
A finales del pasado año y principios de este, los diputados Nazario Sánchez y Ana Miriam Ferráez, del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) -con mayoría en el Congreso- mencionaban estas medidas con la osadía y urgencia que, interpretan, requiere una situación como esta.