domingo, 1 de marzo de 2020

Irán sube a 54 los muertos por el nuevo virus

- “Decenas de miles” podrían ser examinados por virus en Irán

El Ministerio iraní de Sanidad elevó el domingo a 54 la cifra de muertos en el país por el nuevo coronavirus. El número de infectados subió de forma considerable, a 978 personas.

Se confirmaron casos nuevos en varias ciudades, incluida Mashhad, donde se encuentra el santuario chií más importante del país, que atrae a peregrinos de toda la región, indicó el vocero del Ministerio Kianoush Jahanpour. Las peticiones del gobierno civil iraní de que los clérigos responsables cerraran los lugares sagrados no se han cumplido de forma uniforme.

Los nuevos datos suponían 11 muertes más que las reportadas el sábado y 385 nuevos positivos del virus. Sin embargo, las cifras reducían el porcentaje de muertos por contagio, del 20% a alrededor del 5,5%.


También el domingo, la televisora estatal iraní anunció la suspensión de todos los vuelos a la ciudad de Rasht, capital de la provincia norteña de Gilan. No se indicaron los motivos de la suspensión.

La zona de Gilan tiene una de la mayor tasa de infecciones del país, por detrás de la capital, Teherán, y la ciudad sagrada de Qom, epicentro del foco de infección en Irán.

El virus, detectado por primera vez en China, ha infectado al menos a siete miembros del gobierno en Irán, incluido uno de sus vicepresidentes y un alto cargo del Ministerio de Sanidad.

Sin embargo, aunque sacó camiones y personal para fumigar las calles, las autoridades siguen minimizando la magnitud del brote.

“Durante los 10 días que llevamos hablando del coronavirus en el país, más de 480 ciudadanos murieron en accidentes de tránsito, pero nadie se ha dado cuenta”, afirmó Jahanpour.

Desde su aparición en China a finales de diciembre, el virus ha infectado a más de 85.000 personas y causó más de 2.900 muertes en todo el mundo.

El viernes en la noche, la BBC en persa citó a fuentes de la comunidad médica iraní que situaron el número de decesos en al menos 210. La televisora estatal saudí y medios asociados, así como grupos iraníes en el exilio, se hicieron eco del dato en medio de sus disputas políticas más amplias con Teherán.

Jahanpour dijo que el reporte tenía motivaciones políticas, mezclaba los decesos por coronavirus con otros y se basaba en fuentes que no tenían acceso a los laboratorios iraníes que realizan las pruebas de la enfermedad.

“El medio de la reina, BBC en persa, está preocupado por quedar por detrás de las redes saudíes y albanesas en la ‘competición de mentiras’”, apuntó. En Albania se asienta el grupo de exiliados iraní Mujahedeen-e-Khalq.

En la misma conferencia de prensa, Jahanpour indicó que “decenas de miles” podrían someterse a las pruebas del virus. Además, animó a la población a evitar los actos masivos, incluso los funerales por los muertos.

“El lugar más seguro son nuestras casas y nuestras ciudades”, afirmó el vocero.

Horas antes el sábado, Bahrein amenazó con emprender acciones legales contra quienes llegaron de Irán y no se sometieron a pruebas para detectar el COVID-19 y prohibió las concentraciones públicas por dos semanas.

La pequeña nación insular, ubicada ante la costa saudí, sea visto afectada por el virus y suspendió todos los vuelos para frenar su propagación.

Todos los casos positivos en Bahrein están relacionados con Irán, donde la enfermedad afectó incluso a altos cargos, y los expertos temen que la cifra real de afectados en la República Islámica pueda ser mucho más alta.

Antes del anuncio del brote en Irán, 2.292 personas procedentes de Irán entraron al reino, explicó el Ministerio del Interior de Bahrein en un comunicado. De ellos, solo “310 ciudadanos” llamaron a las autoridades y pasaron controles, agregó la nota, planteando la posibilidad de que los que no lo hicieron puedan ser detenidos y acusados si se niegan.

“Los procedimientos legales se tomarían contra cualquiera que regresó desde Irán en febrero y no llamó para pedir cita para las pruebas”, informó el ministerio. “Esto subraya que la prevención del brote de la infección es responsabilidad de los hombres y la sociedad en conjunto”.

Bahrein, que está gobernado por suníes, mantuvo durante años una campaña de represión contra la disidencia luego de Primavera Árabe de 2011, en la que la población chií, que es mayoritaria, reclamó más libertad política. Los insurgentes perpetraron pequeños y esporádicos atentados desde entonces, de los que las fuerzas de seguridad culpan a Irán, la potencia chií de Oriente Medio.

Por otra parte, Arabia Saudí anunció el sábado que impedirá que ciudadanos del Consejo de Cooperación del Golfo visiten los sitios más sagrados del islam, La Meca y Media, por temor a la propagación del coronavirus. El grupo está integrado por Bahrein, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.

Riad ya había vetado el jueves la entrada de peregrinos extranjeros a estos lugares, alterando los planes de miles de musulmanes que ya se dirigían al reino. La decisión podría afectar a millones de fieles antes del mes sagrado de ayuno, el Ramadán, y la peregrinación anual del haj. 

Dos mujeres caminan con la boca cubierta por mascarillas por el centro de Teherán, Irán, el 27 de febrero de 2020. (AP Foto/Vahid Salemi) AP