JUCHITÁN, México (AP) -- La cifra de muertos a causa del terremoto de magnitud 8,1 que sacudió a México aumentó el lunes a 96, después de que se confirmaran más víctimas en los estados sureños de Oaxaca y Chiapas, mientras que los residentes trabajan para reparar los daños en sus casas y negocios.
La Secretaría de Relaciones Exteriores dijo que 95 personas murieron en diversos estados del país por el sismo del jueves. El director del sistema de protección civil en Chiapas, Luis Manuel García Moreno, dijo posteriormente que las muertes en ese estado subieron de 15 a 16.
El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, dijo en un comunicado que el saldo en la entidad había subido a 76 muertos. Las autoridades han reportado cuatro muertos en el estado de Tabasco, en la costa del Golfo.
Mientras se realizaban los funerales para algunas de las víctimas del desastre, equipos de soldados y policías federales recorrían barrios para demoler con palas y mazos los edificios dañados en la localidad de Juchitán, al sur de Oaxaca, que resultó el lugar más afectado por el terremoto.
Voluntarios, muchos de ellos jóvenes de grupos religiosos o comunitarios de localidades aledañas que no registraron tantos daños, ayudaban a distribuir agua y ropa o alguna otra labor.
En una frondosa escuela técnica convertida en refugio, un par de cientos de personas duermen en las aulas o en colchonetas colocadas bajo los árboles desde que ocurrió el terremoto.
Todos mencionaron el temor a las réplicas como la razón por la que permanecen en el lugar, incluyendo a aquellos cuyas viviendas permanecen de pie. Pero Juchitán despertó el lunes después de su primera noche sin una réplica, y eso fue suficiente para que algunos de ellos contemplaran la idea de volver a casa.
El ejército les sirvió de desayunar huevos y frijoles antes de que muchos de ellos se dispusieran a trabajar en la reparación de sus casas o asegurándose de que nadie robara sus pertenencias.
Momentos más tarde, se sintió una nueva sacudida.
El día anterior en Ixtaltepec, una localidad ubicada a unos 20 minutos por carretera al norte de Juchitán, los residentes maniobraban maquinaria pesada para despejar escombros, mientras que otros hacían lo que podían con barretas y sogas.
La casa de Benito Chinas, al igual que la pequeña tienda que manejaba en la parte frontal, quedaron demolidas por el terremoto, y su hija viajó desde su casa en Veracruz para ayudar. Debajo de una lona, organizó las pocas pertenencias de su padre - unas cuantas botellas de aceite para cocinar.
?Ya acabé lo que trabajé tanto tiempo?, dijo Chinas, de 83 años. ?Ya no tengo ni fuerzas y a mi edad ¿cómo me voy a levantar de nuevo??.
La cancillería agregó que el sismo y el huracán Katia, que azotó el viernes el estado de Veracruz, en el Golfo de México, han obligado al país a retirar su oferta de ayuda para Houston, Texas, que el mes pasado recibió el impacto del huracán Harvey. Al menos dos muertes fueron atribuidas a Katia.
Estados Unidos le había agradecido a México la oferta y dijo que solamente necesitaba ayuda logística. La Cruz Roja Mexicana dijo que 33 de sus voluntarios ayudan en las tareas de socorro en Houston.
México dijo el lunes que dedicará ahora sus recursos a sus propios desastres.
Unas 5.000 viviendas en Chiapas quedaron completamente destruidas, y Murat señaló que alrededor de 11.000 viviendas resultaron dañadas o destruidas en Oaxaca. AP